Aviesos

Cada vez que Mariona va a una proyección en la Sala Ensueño sale transformada y feliz. No le importa el argumento de las cintas porque el resultado es siempre el mismo; una grata placidez interior y una sonrisa de comprensión cósmica. Su amante Sebas no está contento con eso, porque ya nunca se pelean como a él le gusta, y trata de convencerla diciéndole, burlón:
—¿Pero tú no ves, cariño, que ese cine es sospechoso?
—No digas tonterías, ¿por qué va a serlo?
—Porque no es normal que todos los espectadores salgáis tan conformes con todo. Yo creo que es un centro hipnótico de otro mundo para anularos la rabia y la rebeldía.
—¿Y con eso qué iban a conseguir?
—Pues una cómoda invasión de exterminio, bonita.
Ella ríe la ocurrencia, y en el malvado planeta Nu, se inquietan.


¿Quieres leer otra historia al azar?

No hay comentarios :

Publicar un comentario