Baños

Entre los manzanos de la casa del banquero Káiser, hay una fuente de chorrito central único y pileta circular de mármol donde se bañan algunos pájaros comunes. Los mirlos sin embargo consideran amoral esos baños públicos, y las urracas no quieren mezclarse con la chusma de gorriones porque dicen que esos siempre se despiojan allí. Las golondrinas pasan de todo (siempre a lo suyo), y solo cuando tienen sed dan pasadas rapidísimas llenándose el buche sin saludar a nadie. La fuente no dice nada, pero le repugnan esos bichos y si no fuera porque es de piedra y no puede moverse ni hablar, se encargaría de advertirles seriamente que ella no es ningún establecimiento spa.


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