El perro de San Roque por fin tiene rabo. Una larga operación y mucho dinero han conseguido el milagro. Después de largas pesquisas por parte de policías e inspectores, se llego a la conclusión que fue Ramón Ramírez quien se lo corto. Las huellas encontradas en el lugar de la amputación así como los alaridos del pobre animal han sido cruciales a la hora de encontrar al culpable. El hombre no soportaba el suave contoneo del ágil miembro del animal y ni corto ni perezoso decidió deshacerse de él. En la última rueda de reconocimiento fue el propio can mutilado quien reconoció a su agresor. El fiscal amante de los animales pidió cadena perpetua y el abogado defensor una simple multa y trabajos forzados en la perrera. El juez impuso criterio justo y ordeno a Ramón Ramírez sufragar todos los gastos incurridos en la operación. El perro de San Roque corretea feliz por las calles, orgulloso de su nuevo rabo.
¿Quieres leer otra historia al azar?
No hay comentarios :
Publicar un comentario