Oscar y el psicólogo

Acompaño a mi erizo a su primera sesión de psicoanálisis. He conseguido un profesional muy célebre en Ágrafa, uno que ha hecho varios másters en erinacinos, además de hablar su idioma a la perfección. En cuanto entramos en su consultorio el psicoanalista emite un sonido agudo de lo más desagradable. Para mi sorpresa Oscar le sonríe y se acomoda en el diván. Los cincuenta minutos de sesión transcurren entre movimientos de púas, gruñidos y chillidos. Parece que Oscar se despacha a gusto. Al finalizar la sesión el profesional me explica las causas de las adicciones de mi erizo: la fase oral ha sido particularmente traumática para él, sumado a los conflictos entre el superyó, el ello y el yo de mi mascota. También me habla de sus frustraciones sexuales, de sus neurosis y de sus zonas erógenas. No entiendo bien a qué se refiere. Lo único que sé cuando me dice el precio del tratamiento es que seguiré teniendo un erizo adicto.


¿Quieres leer otra historia al azar?

No hay comentarios :

Publicar un comentario