La señorita Curpida Tena de la Calle Lunga número 8, 5ºF, se casa hoy. Atrás han quedado las vicisitudes y horrores que ha padecido con sus anteriores relaciones. Definitivamente está segura de que Arco Golo le conviene, porque es un hombre sin manías que le vayan a martirizar.
Mientras se enfunda el traje nupcial (va de blanco), repasa contenta las afortunadas rupturas a tiempo con sus tres anteriores parejas.
Con Fino Paine tuvo que acabar al final debido a la peluquería. Ella no podía soportar que aquel hombre fuera mejor peinado que ella, siempre con esa precisión en el modelado y su raya en medio tan bien trazada. Por mucho que gastó, en el tiempo que anduvieron juntos, nunca pudo igualarle a pesar de los esfuerzos desesperados de su estilista. Lo que nunca supo es que el verdadero apellido de aquel hombre era Peine y no Paine y eso le había marcado desde su infancia.
De Torni Bertado no pudo soportar sus silencios, que se producían incluso cuando le preguntaba sobre cosas para ella importantes. Muchas veces, él volvía la cabeza como despreciativo y aunque le decía que eso le irritaba profundamente, él escapaba dejándole con la palabra en la boca. Los tartamudos reprimidos tienen esas cosas.
Mientras se coloca el tocado de tul ilusión frente al espejo, recuerda cómo lo de Jurto Turinpo, rebasó el límite de sus nervios. Por mucho que él intentó ocultarle su pasión por el ballet clásico, por no parecerle afeminado, no podía evitar la ejecución de continuos saltitos, giros airosos y lánguidos braceos que a ella acabaron sacándole de quicio, porque siempre la descolocaban en los eventos sociales quedando ella siempre como una sosa en segundo término.
Ya entrando en la iglesia sonríe segura y feliz a su prometido que la espera de pié junto al altar. Arco Golo la ve venir hacia él y sonríe también pensando, emocionado, que de la muerte de esta va a sacar mucho más tajada que de las tres anteriores esposas que ha escabechado.
Mientras se enfunda el traje nupcial (va de blanco), repasa contenta las afortunadas rupturas a tiempo con sus tres anteriores parejas.
Con Fino Paine tuvo que acabar al final debido a la peluquería. Ella no podía soportar que aquel hombre fuera mejor peinado que ella, siempre con esa precisión en el modelado y su raya en medio tan bien trazada. Por mucho que gastó, en el tiempo que anduvieron juntos, nunca pudo igualarle a pesar de los esfuerzos desesperados de su estilista. Lo que nunca supo es que el verdadero apellido de aquel hombre era Peine y no Paine y eso le había marcado desde su infancia.
De Torni Bertado no pudo soportar sus silencios, que se producían incluso cuando le preguntaba sobre cosas para ella importantes. Muchas veces, él volvía la cabeza como despreciativo y aunque le decía que eso le irritaba profundamente, él escapaba dejándole con la palabra en la boca. Los tartamudos reprimidos tienen esas cosas.
Mientras se coloca el tocado de tul ilusión frente al espejo, recuerda cómo lo de Jurto Turinpo, rebasó el límite de sus nervios. Por mucho que él intentó ocultarle su pasión por el ballet clásico, por no parecerle afeminado, no podía evitar la ejecución de continuos saltitos, giros airosos y lánguidos braceos que a ella acabaron sacándole de quicio, porque siempre la descolocaban en los eventos sociales quedando ella siempre como una sosa en segundo término.
Ya entrando en la iglesia sonríe segura y feliz a su prometido que la espera de pié junto al altar. Arco Golo la ve venir hacia él y sonríe también pensando, emocionado, que de la muerte de esta va a sacar mucho más tajada que de las tres anteriores esposas que ha escabechado.
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