Aurora G. y la vía rápida

Abrumada por el desconsuelo, Aurora G. decidió acabar con todo cuanto antes. Como de costumbre, el metro estaba desierto y los tornos fuera de servicio. Ya en el andén, respiró profundamente y se arrojó con decisión a las vías. Dado que era una estación fantasma, Aurora G. tendría que armarse de paciencia y morir de aburrimiento.


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