Teatro

El artista terminó la actuación, retiró el maquillaje de su cara, se cambió de ropa y salió fuera del recinto. Se desplazó entonces hasta la zona más populosa de la ciudad, colocó una cómoda silla plegable en la calle, compró una bebida refrescante y se dispuso a ver la representación.


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2 comentarios :

  1. Todos somos uno y el otro representando las farsas que van tocando. Me gustó tu texto.
    Talina

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