Capullo

A Justo Jartoso lo ajusticiamos por bueno en la picota de la plazuela alta. Esto no tiene nada de particular porque, ¿quién puede aguantar a un elemento que todo lo hace bien, y no para de dar lecciones de humanidad a diestro y siniestro? Y el caso es que el muy toca pelotas, al verse en peligro, quiso hacer una maldad para librarse, pero se vio claramente que estaba fingiendo.


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